O

8.5.09

Marchaba constante
Negro sobre blanco
Talón en suela,
Sobre tablón
En escalón de madera.
Y aquello era todo
Y todo iba bien
No hacía falta más nada más.
Salía expectante
Aunque no lo sabía
Y caminaba hambrienta
De riego de luna,
Vivaracho día de feria
Camuflada de cálida noche.
Suave recorrido volátil,
La plaza llena, las bocas
Abiertas llenas de ojos
Y de armonías.
Bajo el farol
Veloz recorre
El tránsito noventa
Grados hacia la izquierda.
Llevaba encima el
Vestido puesto
Como para enamorarse,
El degradado,
De mariposas
Contorneadas
Con alas de plata,
Sobre el azul
Sobre su cuerpo,
Las mariposas,
En el estómago.
Desde los hombros,
Por los ovarios, a las caderas…
Van en su vuelo,
Van ovulando,
Mientras yo muero
Saco las llaves,
Me quitaré el vestido…
No me encontré contigo
-Ni con ningún extraño-
Un vacío presagio.
Me desvestiré en azules
Ya estoy llegando.

3 comentarios:

Borja Menéndez dijo...

¡Bravo, Piedad! Anímate a subir más poemas tuyos : )

Álvaro Guijarro dijo...

Me gusta la sensualidad que exhala el poema...y el uso de versos cortos para dar ese sentido de sendero (marchaba, caminaba, recorrido, tránsito... y el verso final).

Abrazos,

Anónimo dijo...

Francamente bonito, Pi.

Mis felicitaciones.