BALADA INQUIETA PARA UNA NIÑA ABSURDA

23.10.10


Sé que no es de mis mejores creaciones, pero ahí os la dejo por si os mola.


No quiero ser el siempre y el mañana,
No quiero ser el nunca y el ayer,
No quiero ser el rock y el desenfreno,
Sin antes ser dos labios de mujer.

No quiero amor ni quiero incertidumbre,
Ni la azular congelación de Urano,
No quiero un dios ni quiero sus profetas,
Sin ser el inquilino de unas manos.

No quiero.

No quiero el mar con todas sus resacas
Ni la miel de la cera hexagonal.
Ni mil galaxias negras de agujeros,
Sin ser pastor de una espina dorsal.

No quiero oír la risa de un teatro
y recibir a cambio vida eterna,
No quiero ni a Arlequín ni a Colombina,
Sin ser un epitafio entre dos piernas.

No quiero.

No quiero ser el que te supo a cuento,
No quiero ser el que te quiso así,
No quiero ser -tan sólo eso me basta-
Sin ser el soñador de una nariz.

No quiero portaminas ni escorpiones
rescatados del tiempo y de los dientes.
No quiero caracolas ni arrecifes
Sin antes ser vasallo de una frente.

No quiero.

No quiero ser el que escribe estas rimas,
Ni quiero ser el brillo del tenor,
No quiero ser el que dice no quiero
Sin antes ser heraldo de una voz.

No quiero ni Comalas ni Macondos,
No quiero ser la tarde acorralada,
No quiero ser el rock y el desenfreno,
Sin ser el celador de una mirada.

No quiero.

No quiero ni Venecia ni Manhattan,
Ni a aquel juglar que nos birló sus quejas,
No quiero los Cronopios ni las Famas
Sin ser titiritero en dos orejas.

No quiero ser el luego y luego el antes
Sin antes ser dos pechos saturados.
No quiero ser, simplemente no quiero,
Sin ser la danza de un cuerpo hechizado.

Madrid, octubre de 2010.