MADRE

21.5.10

Lejos de casa a uno le vienen los recuerdos y no tiene más remedio que ponerse a machacar las teclas del ordenador. Os dejo este poema dedicado a mi "otra" madre. Espero que os guste.


Tus sueños, tu dolor, tu noche triste,
tus domingos de Rastro y de Retiro,
tu asfalto entre la lluvia, tus abrazos,
el beso que me diste al despedirme.

Tus trenes, tus parques, tus avenidas,
tus pechos que me acunan si me duermo,
la tentación exótica en tus calles,
el sol aletargado en tus esquinas.

Tus ojos que me espían malheridos,
tu encanto de amazona amenazante,
tus costras, tus heridas, tus jardines,
tus recuerdos latiendo entre los pórticos.

Tus aguas, tus vinos, tus madrugadas,
tu voz por mí soñada en el exilio,
tus bares, cementerio de poetas,
tu mar lejano, el canto de tus almas.

Tan lejos y tan cerca, tan amiga
y al tiempo tan odiada, tan esquiva.

Mis pasos vacilantes por tus venas
mis gritos, mis amores, mis lecturas,
mi infancia, mi adolescencia infinita
y ahora mi juventud pasajera.

Mis juegos prohibidos tras los cristales,
mis lágrimas de errores repetidos,
mis chistes amarillos, mis banquetes,
mis carcajadas verdes y brillantes.

Mis padres, mis abuelos, mis fracasos,
mi pasado y futuro, mis rencores,
mis resacas, mis ínfimos laureles,
mi vez primera, mi último barco.

Tan joven y tan vieja, tan palpable
y al tiempo tan abstracta, tan farsante.

Tu yo y mi yo, tus árboles de otoño,
mi poesía en el césped, prodigiosa;
mis versos, frutos de tu sabor tenue
y mis patadas a un balón redondo.

Tu aroma a orín que en cada atajo apreso,
tus mendigos, tus yonkis y mi alcoba,
tu San Isidro y mi soledad clara,
mi evocación cansada de tu cielo.

Tus estatuas, tus taxis, tus palacios,
tus plazas, tus autobuses, mi hastío,
tu dos de mayo, tus campos de fútbol,
mi júbilo y después mi desengaño.

Tan sol y sombra, tan sábado y martes,
tan todo el mundo y tan ninguna parte.

Tus todos y ninguno, tu entrepierna
de arroz y llama, tus locos gemidos,
mi vida y muerte, y también tu derrota.
Tan hecha añicos pero tan entera.

Tu tú que es mí, tu mí que es tú y que es mío.
Tan mí y tan tú y a la vez tan nosotros.

Mi Templo de Debod, tu Manzanares,
tu Barrio del Pilar y mi Vallecas.
Tan rica y desdichada, tan lasciva
y al tiempo tan honrada e intachable.

Mi Valle-Inclán y tu Joaquín Sabina
tus curvas de autopista y mis cloacas.
tu resplandor ferviente en cada cena,
el golpe amargo de aquella partida.

Tan débil y tan fuerte. Así, tan madre.
Así, Madrid, es como iré a buscarte.

En Turín, el mes de mayo de 2010.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El individuo que escribió este poema es un impresentable carente de todo escrúpulo. Más vale que no leáis su poesía o caeréis en la más horrible de las patologías mentales.
Queda dicho.

Nata Ruiz-Poveda dijo...

jajajaj entendido!