Antes de amanecer hay que soñar

1.5.09


Antes de amanecer hay que soñar



Antes de amanecer hay que soñar,
y descubrir bajo las sábanas un preso inquietante con muletas,
un ojo de buey que gira en diagonal y se pierde tras la última calle,
mientras dos loqueros pasean cogidos del brazo
cargando un bolso lleno de reliquias familiares como gárgaras
o lóbulos de oreja.


Mientras dos niños corren agitándose como un batido de fresa y plátano
después de observar detenidamente el cadáver exquisito de una paloma de la paz
atropellada en mitad de la calle por una ambulancia
que hacía su ronda habitual de casa a la oficina con un sándwich entre ceja y ceja


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Joder tío, qué maravilla. Eres un poeta de la hostia.

Mis felicitaciones de nuevo.

Álvaro Guijarro dijo...

Vas a más, a más.
Las imágenes diría que son de un preciosismo surrealista brutal(aunque parezcan conceptos antagónicos); y el uso de ese título casi 'trascendente' para contrastarlo después con la línea del poema me parece muy buen recurso.

Abrazos,